(IV)
La muerte de Rafael Fernández Domínguez y los valientes y aguerridos combatientes que le acompañaron en el intento de tomar y ocupar el Palacio Nacional el 19 de mayo de 1965, fue una acción que costó la vida a esos hombres que están presente, en la historia de nuestro pueblo. Además de Fernández Domínguez, repetimos, murió Juan Miguel Román, Illio Capozzi, italiano, entrenador del cuerpo de ¨Hombre Ranas¨; Euclides Morillo, y otros más y fue herido Norge Botello, Comandante del ¨B3¨, que sobrevivió después y fue dirigente del PRD, Presidente de la Cámara de Diputados y fundador del PLD.
Ese episodio fue determinante para que en hispanoamérica se extendiera un admirable movimiento de protesta, contra la intervención militar de las tropas estadounidenses, que habían conseguido el apoyo, a esa acción, cobarde y canallesca, dispuesta por el Presidente Lyndon Johnson, supuestamente legalizada por esa basura internacional que todavía tiene vigencia, llamada Organización de Estados Americanos, (OEA).
Esa poderosa protesta internacional, obligó al gobierno de Estados Unidos a buscar un acuerdo transaccional con el Gobierno Militar Constitucionalista de la República Dominicana en Armas, que presidía el Coronel Francisco A. Caamaño Deñó. La valentía, firmeza, y agresividad, en la resistencia al atropello de los Yanquis, presentó al mundo el comportamiento heroico, patriota y decisivo de nuestro pueblo, que con la autorización expresa del Líder Civil de ese Movimiento que era el Presidente Juan Bosch, elegido en diciembre de 1962, por la mayoría del pueblo, y su gobierno democrático, representativo, progresista, fue derrocado por un complot, que comenzó a incubarse cuando mataron al General Rodríguez Reyes, en Palma Sola, en San Juan de la Maguana donde fue herido Francisco A. Caamaño Deñó, Coronel de la Policía Nacional.
Esa Gesta iniciada el 24 de abril de 1965, fue la respuesta del pueblo dominicano a los conspiradores, mercenarios y vende patria, que derrocaron el gobierno que presidía Juan Bosch y también fue la respuesta a la influencia y la intervención de los norteamericanos, que estaban convencidos de que eran los dueños de los pueblos hispanoamericanos y que esos estaban obligados, aceptar sus órdenes y disposiciones para ellos apoderarse de las riquezas que producían con su trabajo y consagración a la producción para vivir, educarnos y ser dueños de nuestro destinos como otros pueblos del mundo.
La ¨Epopeya Incompleta¨, como hemos bautizado ese capítulo que conmovió a la mayoría de los pueblos del mundo, fue el que inspiró después en muchas de sus intervenciones, a Fidel Castro Ruz que nos calificó como ¨Pueblo Legendario, Veterano de la Historia y David del Caribe¨. Son héroes y próceres de la historia dominicana ese grupo de militares, y de civiles, que le hicieron frente a la llamada ¨Fuerza Interamericana de Paz¨, que vamos a recordar ahora en el transcurso de este mes de abril, nombres que comienzan señalados, en sus rangos en aquel momento y más de un año, antes cuando el Movimiento Militar fue organizado con la autorización de Juan Bosch; coronel Hernando Ramírez, mayor Roberto Antonio Cabrera Luna, los capitanes Héctor Lachapell Díaz, Fernando Rafael Cabral Ortega, Rafael Armando Quiroz Pérez.