Cuando Duarte fue mordido por la idea de liberar la ptria no existía nación, ni existía el país, entonces la Patria no es ninguna de esas cosas. Ella debe ser algo que imaginamos por la necesidad … de pertenecer a algo”. Pag. 85
Con este tipo de reflexión comienza el hoy pastor Eddy Garrido su novela Ausencias, donde narra la saga de su familia hecha ficción, desde la primera intervención norteamericana del 1916; hasta la vida durante la dictadura de Trujillo y el constante terror que experimentaba la población, asediada por el caliesaje y los “cepillos” del SIM; la 40, Isla Beata y el exilio en Nueva York, narrados por Pepito (su padre).

Eddy y yo nos conocimos en Nueva York, cuando perteneciamos al Comité por la Defensa de los Derechos Humanos en República Dominicana, donde era el más entusiasta y generoso de los miembros.

Estaba casado entonces, y hoy, con una bella muchacha: Sari y tenía dos niños pequeños- Amaba la literatura dominicana y en especial a Pedro Mir y escribía versos. La simpatía fue inmediata y desde entonces somos hermanos. Luego me enteré de su incursión en la cuentística y de sus premios, entre ellos el Primer Premio del Concurso Cuéntame un Cuento, de la Revista Digital La Nota Latina.

Su maestría como cuentista se percibe desde el momento en que se lee Ausencias, su primera novela, donde el arte de narrar se evidencia desde el párrafo inicial y abunda la poesia en la descripción de los ríos del campo de Altamira, la naturaleza de la isla y la extrema delicadeza en su retrato de las relaciones amorosas entre Niní y Pepito, los personajes centrales de esta novela.

Hoy Pastor de la Iglesia The Well, de Miami, Eddy narra los episodios de La Barranquita (donde fusilan a su abuelo); de la Gesta del 59 (donde asesinan a un primo suyo); y el exilio de provincia en provincia a la que se sometió su familia. La ambivalencia que esto provocó en Papito quien: “había tomado la decisión de ignorarlo todo…poniéndose el camuflaje que lo confundiera con el resto de la población”.

Y, concluye Eddy: “De ahí la falta de sentimiento o lejanía, o falta de identificación con el país, que el juzgaba desgraciado, pero que no lograba perdonar por todo lo que había sufrido…Entonces debió haber aprendido que el único motivo por el cual tantas cosas malas continuaban pasando en su país era porque muchos callaban y otros asentían”.

Memorias de un emigrante que mantiene vivo el país que fue, donde el título Ausencias explica el rol de la nostalgia en la definición de Patria, en una excelente novela.

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