En la Zona Colonial habita, en lo que hemos denominado como el Parquecito Rosado, o de los Poetas, un busto de la poeta nacional de Puerto Rico, Julia de Burgos, resultado de una iniciativa de la Comisión Nacional de Conmemoración de su Centenario, que aquí reunió a los mayores especialistas y biógrafos de Julia en el mundo, en un evento coauspiciado por la Biblioteca Nacional, y que se replicó en el Centro León de Santiago y en el Centro Cultural Perelló de Bani.
Debo mencionar al Ayuntamiento de Santo Domingo que nos otorgó el permiso para colocar a Julia donde debía estar: justo donde se encuentran el Río Ozama y el mar, porque Julia era una criatura del agua, el parquecito Pellerano Castro.
Ese espacio se ha convertido en lugar favorito para cumpleaños, bautizos, juegos de domino, las Ferias del Libro de Miguelin y lecturas poéticas. Cada 17 de febrero, día del cumpleaños de Julia, leemos poesía los y las que reverenciamos su memoria. ¿Por qué?.
Eso lo expliqué hace tiempo en un libro que se llama Julia de Burgos: la Nuestra, con grabados de Belkys Ramírez, donde doy a conocer la militancia de Julia contra la dictadura de Trujillo y por ende su imposibilidad de venir al país, con entrevistas de Don Juan Bosch y Don Juan Isidro Jimenes Grullón, quienes más la conocieron, y el poema de Don Pedro Mir: A Julia sin lágrimas. Por cierto que ese libro acaba de ser reeditado por el Archivo General de la Nación, en una edición tan bella que deja sin aliento.
Hoy recibí la foto del busto de Julia, montado en corales, y esculpido por Rene Guzmán, un joven y brillante escultor que se enamoró de su imagen veinteañera, que ha sido casi destruido por vándalos..
Aquí se está dando mucho eso de vandalizar y perseguir a quienes se atreven a disentir del oscurantismo en que se quiere sumergir a esta nación. Nunca se había atrevido la ignorancia a constituirse en grupos para perseguir a mujeres poetas, militantes antirracistas, como las Anti-Canon, o en desacuerdo con la discriminación contra dominico-haitianos. Vigilantes sobre nuestras agendas que se apersonan. Ya a Maribel Valdez la golpearon en el Panteón de la Patria y a las Jóvenes Anticanon les destruyen sus afiches y convocatorias.
Es el Neo-facismo, disfrazado de nacionalismo, en pleno apogeo. Lo nunca visto.
Hago un llamado a Carolina Mejía para que nos ayude a rehacer y proteger el busto.
Y hago un llamado a la presidencia para que nos coloque una vigilancia, en un parquecito que es lugar de peregrinaje obligatorio de caribeños que visitan la isla, porque la paciencia tiene sus límites…