Loor a quienes también lo merecen, aunque no los consideren profesionales de méritos. Nos referimos a los parias del diarismo dominicano que, en una etapa, se acantonaron como soldados con arma en ristre en defensa de la verdad, en la redacción del periódico El Caribe
Queremos reivindicar el arrojo de los reporteros de ese matutino que acaba de cumplir 75 años de existencia, y clamar que aunque los presidentes, funcionarios y otras figuras de principalías, nos ignoren, somos de los que forjaron la libertad de prensa y expresión del pensamiento, en República Dominicana.
El presidente Luis Abinader, recientemente, hizo un sucinto recuento de la historia del matutino en los salones del hotel El Embajador en el que, con vehemencia, solo mencionó a los principales ejecutivos y directivos de El Caribe.
Entendemos que por la naturaleza de su clase social, razones políticas y hasta empresariales, obvió destacar el trabajo de los sacrificados y mal pagados reporteros. Sin embargo, vamos a defender el derecho que nos asiste de apuntalar que también nosotros dejamos huellas, en ese prestigioso medio comunicacional.
Sería prolijo enumerar por sus nombres los reporteros de las décadas de los 70 y 80, que también trillamos por ciertos riesgos en un diario conservador y de derecha, que sirvió de plataforma para ejercer nuestro oficio limpiamente, aferrados a la verdad.
Aunque ahora no ejerzamos aprovechamos para destacar que como reporteros también dignificamos sus páginas, en una etapa dura.